Reflexiones y acompañamiento espiritual
Te invito a que a través de estas meditaciones, sigamos contagiando esperanza.
Que seamos signos de paz y esperanza en nuestra familia, en nuestra comunidad, en nuestra sociedad.
Ramón García Reynoso
Sacerdote académico de la Universidad Pontificia de México
“Si me aman, obedecerán mis mandamientos; y yo rogaré al Padre y les dará otro Paráclito, para que esté siempre con ustedes. Es el Espíritu de la verdad que no puede recibir el mundo, porque ni lo ve ni lo conoce; ustedes, en cambio, lo conocen porque vive en ustedes y con ustedes está”.
“Les he dicho todo esto mientras estoy con ustedes, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, hará que recuerden lo que yo les he enseñado y les explicará todo”.
“Cuando venga el Paráclito, el Espíritu de la verdad que yo les enviaré y que procede del Padre, él dará testimonio de mí. Ustedes mismos serán mis testigos, porque han estado conmigo desde el principio”.
“Al principio no quise decirles nada de esto, porque yo estaba con ustedes. Pero ahora regreso al que me envió y ninguno de ustedes me pregunta: “¿A dónde vas?”. Eso sí, al anunciarles estas cosas, la tristeza se ha apoderado de ustedes. Y sin embargo les digo la verdad: les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Espíritu Paráclito no vendrá a ustedes; pero si me voy, lo enviaré. Cuando él venga, pondrá de manifiesto el error del mundo en relación con el pecado, con la justicia y con la condena. Con el pecado porque no creen en mí; con la justicia porque retorno al Padre y ya no me verán; con la condena, porque el que tiraniza a este mundo ha sido condenado”.
“Tendría que decirles muchas cosas más, pero no podrían entenderlas ahora. Cuando venga el Espíritu de la verdad, los iluminará para que puedan entender la verdad completa. El no hablará por su cuenta, sino que dirá únicamente lo que ha oído, y les anunciará las cosas venideras. El me glorificará, porque todo lo que les dé a conocer, lo recibirá de mí. Todo lo que tiene el Padre, también es mío; por eso les he dicho que todo lo que el Espíritu les dé a conocer, lo recibirá de mí”.